asumir las arrugas

Una sociedad obnubilada por el miedo a envejecer
En 2004, año en que se legalizó el Botox en España, se vendieron una cantidad desorbitada de dosis de toxina butílica. Gracias a este producto estrella, un gran laboratorio farmacéutico se embolsó 239 millones de dólares en Europa. Además, y de un modo generalizado, en los últimos tiempos presenciamos un creciente entusiasmo por las técnicas de rejuvenecimiento. En España se realizan casi 380.000 operaciones de cirugía estética al año y, entre ellas, el lifting ocupa un elevado cuarto lugar. Las mujeres que recurren a este tipo de prácticas son cada vez más jóvenes, ¿quiere eso decir que las arrugas se han convertido en nuestro peor enemigo?

¿Por qué debemos asumir las arrugas?
Una mirada subrayada por una hermosa arruga, una sonrisa intensificada por los pequeños surcos de la comisura de los labios… son rasgos a los que no hay que temer, son el puro reflejo del paso del tiempo, marcas que demuestran que hemos vivido la vida al máximo, muestras que nos llenan de encanto. Y ellos ¿no prefieren una mujer con pequeñas imperfecciones a un bombón perfecto y estirado? Courtney Cox confiesa en una página web que se arrepiente de haberse inyectado botox, pues tras la intervención su rostro quedó completamente fijo… Su marido también la prefiere al natural y cree que las mujeres somos mucho más hermosas cuando asumimos la madurez.

¿Cómo aceptar las arrugas?
¿Quién no teme el paso del tiempo? Sé sincera y no digas «¡yo!». Convéncete de que las arrugas que aparecen progresivamente en el rostro importan muy poco. Lo importante es seguir sintiéndonos cómodas en chándal y deportivas, pues la juventud, más que una piel lisa, es un estado de ánimo. Así que sigue igual de activa, espontánea, viva y potencia tus puntos fuertes para que tus arrugas queden en un segundo plano. Aprende a deshacerte de los complejos y no te centres en los rasgos que revelan la edad, destaca tus preciosos ojos azules o tu gran sonrisa con el maquillaje adecuado.

¡Saca partido a las arrugas!
¿No dicen que estamos más guapas a los 30 que a los 20…? ¡Pues eso! Si asumes la madurez y ganas confianza en ti misma brillarás muchísimo más. Si eso no te convence, convierte las arrugas en un arma de seducción ya que podemos envejecer con elegancia, como Sophie Marceau. Consume antioxidantes, muévete, sé dinámica, come sano… todos estos gestos te ayudarán a permanecer joven. Y sobre todo: ¡re-la-ti-vi-za! ¡Qué sólo tienes 30!